Demorado, lento, tedioso, transcurría anoche el recuento de votos en Tierra del Fuego. Poco, por supuesto, le importaba a la diputada nacional Rosana Bertone, que superaba a la gobernadora Fabiana Ríos por más de diez puntos, aunque no le alcanzaba para evitar el ballotage. Las elecciones, como preveían los sondeos, se definirán el domingo que viene y, como el duelo sigue abierto, por ahora la única que festeja es Cristina Kirchner. No sólo porque Bertone es una kirchnerista pura, sino porque la actual mandataria también es aliada de la Casa Rosada.
Sobre la medianoche, con apenas 107 mesas escrutadas sobre un total de 285, Bertone se imponía por el 43,16 por ciento contra el 30,18 de su principal competidora. Tercero quedaba el radical Ariel Pagella, muy relegado, con el 5,94%, cuarto Adrián Fernández, del PJ, con 4,52%, quinto José Martínez (Nuevo Encuentro), con 1,40% y sexto Roque Martinelli (Sociedad Justa), con 0,91%.
En el búnker del Frente para la Victoria, montado en la ciudad de Río Grande, había euforia. “No hay empate técnico, el Frente para la Victoria hizo una excelente elección”, contradecía Bertone, sentada a la par de su compañero de fórmula, Martín Pérez, un joven de La Cámpora que ubicó en ese sitial la misma Presidenta. Aunque la diputada trataba de hacer equilibrio, el resultado superaba sus propias expectativas (el boca de urna propio le había marcado una ventaja de seis puntos). “Queremos ser prudentes, pero tenemos una diferencia muy consolidada a nuestro favor”, explicaba, en medio de aplausos y gritos.
La UCR, a su vez, ganaba anoche las intendencias de Río Grande y Ushuaia.
Por Santiago Fioritti
USHUAIA. Enviado Especial Clarín
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