"No veo el deterioro del voto a Cristina a nivel nacional por los triunfos de la oposición en los grandes distritos.
La sociedad argentina no necesita concluir este ciclo por eso sigue manteniendo el equilibrio".
Al 60% de la Argentina le va bien, y el 40% restante es peronista".
A Cristina la van a votar los que la quieren y los que la odian "mal" porque no quieren repetir el proceso de De La Rúa.
La definición electoral del 14 de agosto es fundamental para el futuro de la Presidente.
Del juego de intereses cruzados va a surgir un número; por encima o por debajo del 40%, lo cual definirá la estrategia del kirchenirimo:
si obtiene más del 40% irá por una actitud arrolladora por el contrario optará por una actitud prudente, tendiente a moderar y consensuar".
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